La policía ha detenido a cuatrocientas veintidós miembros de una organización que se dedicaba a la venta de contratos laborales falsos, por medio de los cuales, las personas que los compraban justificaban su situación de desempleo.

Así mismo, en el caso de personas extranjeras, utilizaban los contratos falsos para obtener un permiso de residencia temporal.

Han sido detenidos miembros de la organización y sus clientes. El daño económico causado por esta actividad ronda los dos millones seiscientos mil euros. Los arrestos se llevaron a cabo en veintisiete provincias de España.

Como es posible, nos preguntamos, que ocurran este tipo de delitos. ¿Resulta tan fácil imitar un contrato laboral? Desgraciadamente la respuesta es afirmativa ya que los  impresos de los contratos se bajan de la página oficial y no tienen ninguna medida de seguridad  que los proteja tanto contra la imitación integral como contra la alteración de los datos.

Es difícil de aceptar que debido a la relevancia de este tipo de documentos, que pueden facilitar el cobro del paro o el permiso de residencia en el país y cuya falsificación puede dar lugar a fraudes elevados (en este caso más de dos millones de euros) no tengan una mínima protección contra el fraude.

Esperemos que casos como el que comentamos sirva para que se tomen medidas para proteger este tipo de documentos adecuadamente.